





La Casa Amarilla y la Medicina del Colibrí
“El canto del Colibrí despierta las Flores de la Medicina. El Colibrí canta una vibración de puro gozo. Las flores aman al Colibrí porque el libar de su néctar posibilita la reproducción de sus familias. Muchas plantas florecen y viven gracias al Colibrí.
El Colibrí puede volar en cualquier dirección: hacia arriba, hacia abajo, hacia atrás y hacia delante. El Colibrí puede también quedarse en el mismo lugar y aparentar estar inmóvil. El Gran Espíritu creó al Colibrí de tal manera que fuera ligeramente diferente de los demás seres con plumas.”
Hace algunos años, un hombre de conocimiento mexicano nos mostró al Colibrí por primera vez: “Mira por la ventana –dijo- él es Huitzil, Colibrí. Nunca lo olvides y presta atención cada vez que aparezca”.
A partir de ese momento el Colibrí nos acompaña como animal Guía, Protector y Mentor de nuestra misión.
La Casa Amarilla del Colibrí nació aproximadamente en el año 2000. Si bien cuenta con un lugar físico desde ese momento, Colibrí es una vibración, una energía que anida en nuestros corazones.
La vibración particular del Colibrí es estar intensamente en el lugar indicado mientras es necesario y hay néctar energético que transportar, para luego desaparecer súbitamente hacia una nueva misión, otra flor colorida que atraiga su energía.
Colibrí es Servicio desde la belleza simple de la vida. Somos sanadores visionarios de la Madre Tierra. Creemos en el perfecto equilibrio de la Vida y en la Naturaleza de las cosas. Nos reunimos en Círculos a celebrar la Vida y sus Ciclos. Nos reflejamos unos a otros quienes somos, Humanos Divinos en proceso de despertar a nuestra verdadera Dimensión.